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Analisis - Portal 2



Lo que empezó como un pequeño juego invitado en The red Box, que contenía Half-Life 2, sus episodios, Team Fortress 2 y Portal, acabó convirtiéndose en uno de los juegos revelación de 2007. Portal ha sido una fuente inagotable de ‘memes’ de Internet, con un planteamiento original bordado con GlaDOS, esa inteligencia artificial que se convirtió en uno de los villanos más carismáticos de los videojuegos, y Valve demostró que tenía una joya entre sus manos, otra más a su historial.


Pero Portal no dejaba de ser un título muy ambicioso limitado a un juego casi experimental. Su corta duración, se puede terminar en muy pocas horas, y escasez de modos más allá de superar retos contra el reloj nos hacían quedar con muchas más ganas de ver nuevas aventuras una vez alcanzábamos el final. GlaDOS, Aperture Science y Chell no podían desaparecer de una manera tan abrupta dado el potencial como saga que tenía esta aventura. Con la cantidad de secuelas innecesarias que se lanzan todos los años, ¿por qué no íbamos a poder disfrutar de más pistolas de portales dimensionales, afilados diálogos, humor negro y peligros en forma de torretas que amablemente nos saludan antes de acribillarnos? De ahí que Portal 2 sea realmente Portal explotando todo su potencial. Todo cuanto los seguidores echábamos en falta en el primero está en la nueva entrega, y aunque se ha perdido factor sorpresa por el camino, la calidad del juego ensombrece cualquier defecto.

Portal 2, como su antecesor, se basa en superar puzles para ir avanzando en la historia. Un juego de puzles puede ser muy, muy divertido si encuentra el secreto de conjugar bien unas normas sencillas de aprender y utiliza retos de dificultad creciente que se basan en lo aprendido anteriormente. Si alguna pieza de la fórmula no funciona, el resultado puede ser muy malo: juegos complicados, un mal control, bloqueos y por lo tanto, rápido abandono. Pero un buen puzle es jugabilidad pura, ingenio, apto para todo tipo de jugadores porque no requiere grandes reflejos ni dominio del pad o el teclado y ratón. Y Valve sabe lo que hace.

El modo principal nos presenta una vez más a Chell, la chica que en el primer juego era puesta a prueba por GlaDOS en unos experimentos de ingenio en el que está envuelta una tecnología de portales. ¿Qué son los portales? Un artilugio tipo pistola dispara dos "agujeros" en las superficies, no todas pero sí la mayoría. Con los portales se crea una puerta indistinta de entrada y salida, que colocados en los lugares idóneos, nos permiten superar las salas de retos, repletas de lugares aparentemente inaccesibles y trampas.

No queremos adelantar ninguna sorpresa ni giro del argumento, ni siquiera destripar el final del primer juego –si aún hay alguien que no lo ha probado, ya está tardando en hacerse con él-, únicamente resumir que en los primeros minutos de Portal 2 Chell se despierta en Aperture Science, esta vez en unas instalaciones en un estado muy perjudicado. Durante mucho tiempo el laboratorio ha estado abandonado, y su inquilina robótica más famosa está desactivada, por lo que durante unos minutos podremos entablar amistad con un nuevo orbe robótico que hace el argumento más ágil y menos centrado en los monólogos de GlaDOS, que no obstante, sigue llevándose buena parte de nuestra atención, aunque ahora el carisma esté más repartido.

Si has jugado al original, estás preparado para afrontar Portal 2 sin grandes complicaciones desde el primer segundo. Inicialmente el esquema es muy parecido a Portal, aunque las salas frías, metálicas y asépticas dan paso ahora a una mayor variedad de texturas, colores y complejidad gráfica gracias a la vegetación que ha crecido en muchas zonas y otros lugares que visitaremos bien avanzada la historia. Ahora podemos ver cómo GlaDOS construye salas a nuestro paso, porque habían quedado semiderruidas. Si esperamos un gran salto gráfico, no lo encontraremos, pero Valve ha exprimido aún más el viejo motor Source y se han pulido muchos aspectos, como el agua, que ahora parece precisamente agua y no un suelo verdoso; las físicas, que ahora son mucho más complejas; la iluminación, más realista. Aunque técnicamente no sea nada de otro mundo, su cuidado aspecto es único y ahora demuestra más trabajo. Es un juego que en consolas corre bien –y esto va también por la versión para PlayStation 3, que no ha sufrido como en la conversión de The red Box- y que cualquier PC de gama media puede disfrutar con excelentes resultados. Ya hay otros motores gráficos que se baten en el duelo de la tecnología más punta.


Aunque la historia explica nuevos aspectos de Aperture Science y explora las personalidades con más matices, giros y sorpresas, lo principal en Portal 2 son los puzles. Quizás más pruebas en la misma línea sabría a poco, a mera expansión, así que Valve ha introducido algunos ingenios para dar más profundidad a la jugabilidad. El juego comienza enseñando el uso de portales, cajas e interruptores, que viene bien para desengrasar la mente si hace tiempo que no juegas a Portal o si no lo descubriste en su momento. Con la pistola de portales seguimos creando atajos en las salas, llevando rayos láser a donde nos interesa, superando aguas pantanosas sobre plataformas móviles y aprovechando las leyes de la física para dar saltos estratosféricos con la inercia generada de dos portales convenientemente colocados. Funciona tan bien como siempre, y ocasionalmente nos encontraremos unos minutos dando vueltas a una habitación hasta dar con la solución. Pocas veces se requiere de saltos precisos, y en cualquier caso, se guarda la partida a menudo de manera automática, así que una muerte no es excesivamente grave.

Pero como decimos, hay unas cuantas novedades con las que ampliar nuestra inventiva. Ahora hay unos trampolines que nos impulsan grandes distancias, a nosotros o a las cajas, dando un toque más vertical a los retos. Un curioso haz de luz es un dispositivo que actúa como una banda azulada con propiedades físicas, es decir, podemos caminar sobre él sin temor a caer, o usarlo de parapeto ante disparos de las torretas centinelas. Naturalmente, con los portales, dirigimos estos "puentes" luminosos a nuestro antojo, superando fosos y otros peligros. Más tarde encontraremos unos geles con superficies repelentes para rebotar o resbalar, túneles de transporte, superficies de desplazamiento y otro tipo de elementos que encajan bien en la "filosofía Portal". Es preferible perder 20 minutos para resolver un problema que dar un vistazo a alguna ayuda externa, la sensación de superar los puzles es la diversión del juego y la gran satisfacción de este título.


Una cosa que hizo bien Portal y se repite con Portal 2 es la casi ausencia de pistas para resolver cada sala. Puedes ver la salida fácilmente pero tendrás que realizar varias acciones para abrir la puerta con tus herramientas y los objetos disponibles. Una de las pruebas que más nos ha gustado es precisamente de las más sencillas de todas en cuanto a parafernalia: tres lásers en una pequeña habitación apuntando a direcciones diferentes, dos cajas reflectoras y los artilugios que deben recibir el haz de luz en otra habitación. Un puzle tan directo que se podría resolver sobre el papel. Portal 2 es un mecanismo de relojería con una solución que siempre está ahí hasta que damos con ella, y siempre da mejor resultado pararse a pensar que probando a lo loco sin mucho sentido.

Con una historia con casi el triple de duración que en el primero, –aunque perfectamente se puede terminar en menos de 10 horas-, Portal 2 ya merece la pena por descubrir una vez más nuestro amor por un género injustamente olvidado, y que desde luego, pocas veces tiene una presentación como esta. Pero mentiríamos si dijéramos que eso no sabría a poco tras estos años de espera, y sus creadores lo saben tan bien que ahora contamos con la otra gran novedad de la secuela, el modo cooperativo, totalmente independiente, que no recicla pruebas de la historia ni del primer Portal. Está protagonizado por dos robots que han sido debidamente presentados en los últimos meses en vídeos e imágenes y que incluso aparecen en la carátula del juego, y el motivo es fácil de explicar: es un modo con muchas nuevas pruebas pero desde una perspectiva más compleja, que necesita a dos amigos para superar los peligros, cada uno con sus dos portales. Ofrece partidas memorables, chistes y afilados diálogos, y ahora compartimos resoluciones con otro jugador.


Jugar en cooperativo es una experiencia sorprendentemente buena. Por supuesto se necesita un mínimo de coordinación para no quedar frustrado, pero con comunicación no hay sala que detenga a esta pareja de metal. Y la colaboración es real, porque aunque hay otros juegos, por ejemplo de acción en primera persona, en los que hay "colaboración", siempre es posible que uno de los jugadores realice la mayor parte del trabajo, ya sea porque es mucho mejor o porque quiere llevar la voz cantante. Aquí eso no es posible, es un trabajo conjunto, los robots no pueden avanzar de manera independiente. Es preferible jugar con alguien que conozcas, pero si por alguna razón esto no es posible, hay varias formas de comunicación para indicar al compañero dónde debería lanzar sus portales o realizar cuentas atrás, además de usar el chat de voz y texto. Como curiosidad, también hay gestos de saludos y victorias.

Dado que el modo historia no es excesivamente difícil de completar, agradecemos que el cooperativo suba un poco el listón al requerir el doble de trabajo y pensar con el doble de portales. Los portales no se cruzan entre jugadores, o lo que es lo mismo, los de un robot están conectados entre sí y no con los del otro. El cooperativo es online y también en la misma consola a pantalla partida –la versión PC no incluye esta opción-. O los dos jugadores son muy buenos para intuir que hacer en todo momento, cosa difícil –en algunas partes no tienes contacto visual- o la comunicación es indispensable durante la primera pasada a todas las pruebas.



Teniendo en cuenta que Portal consiguió convertirse en uno de esos llamados juegos de culto, ¿ha conseguido la secuela sobrevivir a la leyenda? Sí, sin duda, supera al primero en todos los aspectos, uno por uno. Únicamente ha perdido frescura, ya no es ese brillante juego inesperado, y hemos notado que las cargas, aunque no duren demasiado ni sean excesivamente numerosas, si cortan un poco la continuidad –en el primero estaban disimuladas con los ascensores-. Pero por lo demás, es un juego más ambicioso que consigue su propósito: ampliar el mundo de Aperture Science en todos los sentidos, dando más consistencia al universo que hay detrás.


Los puzles ya no se limitan a una reordenación de botones o cajas, hay más elementos con los que jugar y experimentar. La historia es un motivo de peso para querer avanzar, realmente hay más que frases referentes a tartas –gag casi eliminado, aunque no totalmente-. Y la duración es mayor, tanto en la historia como en el extra del cooperativo, aunque sabemos que nos quedaremos con ganas de más –y eso es bueno-. Esperemos que la comunidad pueda crear más retos que amplíen la vida durante meses o años.


Un aspecto no mencionado hasta ahora es el sonoro, con un doblaje al castellano sencillamente genial. Son pocos actores los que vamos a oír porque el elenco de personajes no es muy amplio, pero las voces han sido muy bien escogidas –GlaDOS es la misma que pudimos escuchar en la versión de PC del primer Portal-. Constantemente escucharemos puyas hacia nuestra salud mental, lo mal que nos queda la ropa, o los mensajes "tranquilizadores" de una voz en off que explica los efectos secundarios de algunos experimentos que sinceramente no los recomendaríamos ni a nuestros enemigos. La música es en su mayor parte ambiental, aunque en un par de momentos sube el ritmo. Los efectos de sonido están bien, repiten algunos –como el de los portales-, pero en definitiva, las voces y diálogos son las grandes protagonistas de este apartado, una gran elección en los dobladores.


Steamworks en PlayStation 3
Merece la pena dedicar algunos comentarios al primer juego en consola que hace uso de Steamworks. Además de una copia digital para PC y Mac, el juego en PlayStation 3 incluye guardado en la nube –una característica que para el resto de juegos sólo está disponible como suscriptores de PlayStation Plus-, listado de amigos de Steam con chat, noticias, desbloqueo simultáneo de los logros –junto con los trofeos propios de la consola-, actualizaciones rápidas y de contenido generado por usuarios, y todo disponible con un simple click de un botón que abre el panel de Steam.


Pero la característica que más nos ha gustado es el juego cruzado con PC para el modo en red, eliminando las barreras existentes entre plataformas hasta hoy. Esto supone que desde PS3 puedes jugar al mismo juego con un amigo que haya escogido la versión PC. Suena bien, funciona estupendamente y es una vez más Valve la que da ejemplo, que esperemos, sigan otras compañías multiplataforma en sus lanzamientos y también se lleve a Xbox 360. ¿Era tan difícil de hacer o es que a nadie se le había ocurrido antes?



Conclusiones
Es difícil explicar muchas de las virtudes de Portal 2 sin estropear sorpresas que aparecen en el segundo tercio de la historia, y no queremos hacerlo. Arranca algo lento y es fácil tener la sensación de "esto ya lo he jugado", como si se tratase de una expansión con unos gráficos algo mejores, pero la última obra de Valve guarda muchos momentos épicos en sus entrañas y Aperture Science es algo más que salas de test para conejillos de indias.

Quizás la naturaleza del género hace que el valor de rejugabilidad sea reducido, una vez conoces todas las soluciones terminar el juego más rápidamente o desbloquear todos los logros y trofeos se convierte en el objetivo principal, juego cooperativo aparte. En definitiva, no alcanza la perfección, pero Valve se acerca peligrosamente a ella.
Puntuación: 93%