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Take Two no está interesada en “matar” sus franquicias con lanzamientos anuales

Ahora que está de moda que algunas sagas reciban cada año su entrega puntual, y ya no solo para títulos deportivos de fútbol, beisbol o baloncesto sino para todo tipo de géneros – ahí están los Need for Speed, los Call of Duty o los Assassin’s Creed, por citar algunos – nos encontramos con una compañía que no solo no cae en la tentación sino que además critica ese modelo de lanzamientos, pues considera que van golpeando a la franquicia hasta matarla.



Hablamos de Take-Two, compañía propietaria de 2K y de Rockstar, que a través de su COO Karl Slatoff aseguró que su compañía no está preocupada por impulsar el lanzamiento de las franquicias anuales.

Take Two quiere tomarse tiempo para crear algo especial y significativamente diferente con cada nueva versión de la franquicia. Cada vez que salimos con una nueva versión creemos que es un título AAA, la más alta calidad.

Estamos tratando de abrir nuevos caminos cada vez que nos encontramos con algo. Es muy difícil hacerlo todos los años, y yo creo que se puede tener éxito por un período de tiempo. ¿Pero hasta qué punto es bueno manejar una franquicia extendiendo su longevidad?

No nos suscribimos a la filosofía de lanzar una franquicia cada año. Necesitamos un poco más de tiempo para hacer algo especial y significativamente distinto cada vez que lancemos un nuevo título dentro de una franquicia. Para nosotros se trata de crear un valor a largo plazo con nuestras franquicias, no se trata de estar emocionados sobre ella y golpearla hasta la muerte para que se acabe y vayamos a por la siguiente.

Finalmente Slatoff defendió que la compañía trabaja “juego a juego” y que se consideran muy mucho todos los factores antes de lanzar una secuela del juego. Quien sabe si estas declaraciones no son respuesta de las insistentes peticiones de usuarios para que Take Two presente de una vez GTA V o Borderlands 2, juegos que aparecían en muchas quinielas durante el pasado E3 pero que finalmente volvieron a quedarse en la lista de deseos.