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Pre-análisis - Motorstorm Apocalypse



El título de conducción más salvaje, frenético, y desde esta entrega, devastador, regresa a PlayStation 3 con una carta de presentación más espectacular aún si cabe. Una ciudad derrumbada y solitaria se convierte esta vez en el terreno de juego de los valientes que se adentran en MotorStorm Apocalypse. ¿Te apuntas a la más arriesgada de las carreras?


MotorStorm, una de las imágenes más representativas de Sony para PlayStation 3, volverá un año más a arrancar sus motores para continuar siendo la referencia de la plataforma, en lo que a velocidad y conducción arcade se refiere. MotorStorm Apocalypse es la tercera entrega de una saga ya asentada y reconocida por los amantes de la adrenalina y las espectaculares batallas que se libran en la carretera.




Sobrevive, si puedes…


MotorStorm y MotorStorm: Pacific Rift, los dos anteriores fascículos de la exitosa colección de los chicos de Evolution Studios, ponían a prueba a los jugadores con unos parajes sobrecogedores, afrodisíacos y, sobre todo, interpretados en la más amplia expresión de la naturaleza. Desde superar situaciones de barro, agua y fuego, hasta a adentrarnos en las arenas del desierto o en los matorrales de la selva. La acción siempre estaba asegurada en situaciones de alto riesgo y MotorStorm Apocalypse no será menos que sus antecesores. Una ciudad norteamericana derrumbada por un colosal terremoto es esta vez la apuesta de la compañía británica para calibrar el nivel de habilidad de los valientes que se atrevan a rebasar sus calles. En ellas encontraremos infinidad de obstáculos; desde carreteras que se desmoronan a nuestro paso, hasta a edificios que se desploman a pocos metros de nosotros. Los efectos de la ciudad se vuelven de lo más imprevisibles y sólo nuestra destreza nos hará sobrevivir a un entorno urbano que se deteriora con el paso de los tres días, tiempo en el que está ambientado el juego y que veremos que afectará a toda la estética del paisaje.


Aunque no parezca poca cosa, no será sólo el testimonio de la naturaleza lo que nos encontremos en nuestro camino hacia el triunfo. Y es que, por primera vez en la serie MotorStorm, nos toparemos con enemigos que deambulan por el territorio de carrera. Nos podremos encontrar vándalos que nos arrojan cócteles molotov y agentes de policía que intentan abatirnos a base de disparos. Y por si fuera poco, también intentarán acabar con nuestra estabilidad interponiendo más obstáculos en la calzada. Aunque eso sí, estos “invitados” aparecerán esporádicamente y sólo serán un plus extra a una ya de por sí difícil aventura de supervivencia. Además, no lo olviden, debemos llegar el primero a la meta.




Supera los ofrecidos y crea otros


MotorStorm Apocalypse contará con “cuatro o cinco modos de juego”, según palabras de Paul Rutschynsky, uno de los miembros de Evolution Studios. El primero de ellos, el modo campaña, nos pone en la piel de tres personajes que tendrán el objetivo de superar tres situaciones distintas. ‘El novato’, ‘El Superviviente’ y ‘Big Dog’ han sido los nombres elegidos para bautizar a los protagonistas, y como comprenderán, los nombres no se han sido adjudicados por casualidad. Nuestros primeros pasos los daremos con ‘El novato’, que será el encargado de introducirnos en la trama y de hacernos sentir las primeras sensaciones de MotorStom Apocalypse. Cuando ya tengamos el truquillo cogido nos encarnaremos en ‘El Superviviente’ y finalmente en ‘Big Dog’, un motero que tendrá que superar los desafíos más espinosos del título.


A parte del modo campaña encontraremos, como no podía ser de otra forma, el modo multijugador, tanto en línea como a pantalla dividida. Podremos compartir nuestra consola con hasta tres amigos, lo que hará que la pantalla se divida en cuatro y nos introduzca en las carreras más divertidas y alocadas junto a nuestros conocidos. Por su parte, el modo online permitirá reunir a 16 jugadores simultáneos. Otra de las novedades en esta entrega es la posibilidad de jugar a pantalla dividida en línea; es decir, podremos concentrar hasta 12 jugadores a la vez divididos en tres consolas y cuatro pantallas divididas por cada una.


Aunque con todo lo nombrado ya podríamos echar infinidad de horas, el modo en línea no acaba aquí. Evolution Studios ha confirmado que los jugadores tendrán la oportunidad de crear y compartir sus propios modos de juegos. Cambiar el sistema de puntuación, las reglas de las carreras o el daño de los vehículos al impactar con otros son sólo algunas de las características que podremos modificar con la herramienta incorporada a la última entrega de MotorStorm.




¡Y ahora en tres dimensiones!


Cualquiera que haya jugado a alguno de los anteriores títulos de MotorStorm no dudará en afirmar que la saga posee uno de los motores gráficos más potentes de esta nueva generación. Allá por el 2007, cuando se dio a conocer al mundo, ya mostraba tintes de una capacidad gráfica al alcance de pocos. Todos los propietarios de una PlayStation 3 quedaron impactados ante semejantes paisajes, vehículos en movimiento y efectos como el polvo levantándose o el barro impregnando nuestras pantallas. Unas sensaciones que te hacen vivir más profundamente la experiencia de juego y que logran una inmersión al alcance de pocos títulos de conducción. En MotorStorm Apocalypse veremos reforzados todos estos rasgos y además podremos intensificarlos con la nueva aplicación de una cámara lenta que recoge los momentos más espectaculares de la carrera.


Ahora bien, si a todo ese lujo de detalles le sumamos la tecnología 3D -trabajada durante 5 años por la compañía- tenemos ante nuestros ojos una experiencia jugable jamás vista antes en ningún título de este calibre. Sony apuesta por el 3D y MotorStorm lo explota al máximo. Los resultados, imagínenselos.


MotorStorm Apocalypse volverá a ser una de las exclusividades más sólidas de Sony. Una saga que vuelve más salvaje, demoledora e impactante que nunca y que contará con atractivas novedades en todos sus apartados. En febrero de 2011, el examen final y los respectivos resultados. La espera se hará larga, pero merecerá la pena.