El juicio fruto de la demanda de los co-fundadores de Infinity Ward, Jason West y Vince Zampella, contra la distribuidora de “Call of Duty“, Activision, ya tiene fecha oficial: el 7 de mayo de 2012. Los antiguos jefes de la desarrolladora defienden que su despido fue improcedente y afirman que sus contratos fueron dados por finalizados pocas semanas antes de que se tuvieran que pagar unas cantidades de dinero nada despreciables provenientes de los royalties de “Modern Warfare 2“.
Además de una compensación por los daños, West y Zampella buscan la nulidad de su contrato con Activision, lo que increíblemente podría darles un papel en la posesión de la marca “Modern Warfare” y el derecho de poder hacer nuevos juegos pertenecientes a la serie.
Por otro lado, Activision ha interpuesto una contra-demanda a los desarrolladores, afirmando que negociaron en secreto un acuerdo con EA mientras trabajaban en Infinity Ward. A día de hoy, la pareja ha fundado un nuevo estudio, Respawn Entertainment, y han alcanzado un acuerdo de distribución con Electronic Arts.
Además de estos dos, otros 38 antiguos empleados de Infinity Ward han demandado a Activision alegando el impago de bonificaciones y royalties procedentes de “Modern Warfare 2″, queja que se ha consolidado junto al caso de West, Zampella y EA contra Activision.