El juego de Grasshopper Manufacture, Shadows of the Damned, que ha salido al mercado el mes pasado para PlayStation 3 y Xbox 360 no puede alabar una gran cantidad de ventas, desde la primera semana el juego se ha revelado un fracaso y por desgracia los datos siguientes no han sido más satisfactorios.
Massimo Guarini, director del juego ha explicado en una entrevista para Gamespot los posibles motivos de este fracaso.
“Honestamente nunca he pensado que Shadows of the Damnes habría vendido millones de copias. Sabíamos que estábamos realizando un juego dedicado a un mercado muy específico, aunque de todos modos me esperaba que vendiese más de lo que ha vendido hasta ahora.
El juego ha tenido una gestación muy larga. Antes de que yo me uniese a Grasshopper el juego ya estaba en producción desde hacía 16 meses. Las nuevas IP con el modelo de mercado tradicional representas un gran riesgo y requieren grandes inversiones para una promoción adecuada. Desafortunadamente, a causa del largo tiempo de desarrollo no contábamos con bastante Budget para garantizar que el juego alcanzase en manera eficaz un grande público de potenciales compradores. Demasiadas personas ni siquiera saben que el juego existe, pero si los mismos usuarios lo promueven estoy seguro de que lo amarán.
En mi opinión los juegos que solo ofrecen el modo para un jugador nunca serán condenados solo por eso. El problema está mas bien en el modo en el que se producen, a través de que canales son vendidos, con qué precio. No creo en absoluto que un juego que no ofrece el multijugador será menos interesante. Lo que sí creo es que un usuario que paga 60 o 70 euros por un videojuego será más sensible a las carencias de funcionalidades que puedan justificar la inversión.
El modelo de negocios aún debe evolucionar. Aún estamos vendiendo a precios increíblemente altos porque aun trabajamos con los modelos de hace 5 años con costes de producción aún más elevados. En lugar de cambar nuestra perspectiva aún estamos luchando para llenar los juegos de características, extras, bonus, trofeos y todo esto solo para intentar justificar el precio impuesto por los costes de producción demasiado altos y por los costes de las licencias. Tenemos que aprender la lección de la enorme y épica caída del mercado discográfico que aún hoy sufre el no haberse adaptado a tiempo a la revolución digital”.