Hoy día, se ha presentado una denuncia ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, C.A., por parte de los creadores de Call of Duty: Modern Warfare y Modern Warfare 2.
Jason West y Vince Zampella argumentan que Activision ya estaba preparado para despedirlos mientras desarrollaban MW2. Alegan que la terminación de su contrato al finalizar del juego era ya un plan de parte de Activision.
Según la demanda, a West y Zampella se les prometió que seria “imposible” que fueran despedidos, y que Activision no publicaría ningún juego “asociado a la marca Modern Warfare” o “Juegos Call of Duty”, sin el consentimiento de los dos.
West y Zampella sostienen que Activision “no cumplió sus promesas con respecto a la autoría creativa de los desarrolladores dentro de los títulos MW”, por lo que la compañía utilizo esta escusa para despedirlos” antes de obtener las bonificaciones monetarias de los juegos.
Aunque Activision supuestamente “pago las regalías” a West y Zampella, la compañía estaba desarrollando juegos de Modern Warfare y Call of Duty en secreto, sin su permiso, en violación de los acuerdos que tenían.
Las ganancias potenciales para los denunciantes son enormes, incluidos los pagos relacionados con las ventas de juegos, DLC, y otros productos, así como la propiedad de la franquicia Modern Warfare para los juegos basados desde la guerra de Vietnam a un futuro cercano o lejano.
Por supuesto, cada historia tiene dos lados.
De acuerdo con Activision, West y Zampella conspiraron con su rival más cercano en juegos, Electronic Arts para “destronar” la saga Call of Duty, y robar la propiedad intelectual de Activision, relacionado con la serie Call of Duty.
Hasta el momento, Activision no ha respondido públicamente a la demanda, pero si lo que deseas es conocer esta historia minuciosamente, algunos de estos documentos legales los encontraras aquí.
La siguiente investigación debe tomarse solo como un ejercicio de información, sin algún tipo de dolo o favoritismo por parte del redactor o del sitio.