Jason DeLong, productor ejecutivo de Black Box, ha dicho que el estudio ha usado el motor gráfico Frostbite 2 de DICE para Need for Speed: The Run para hacer del juego una experiencia similar a las de Hollywood.
Tras dividir el desarrollo de la saga entre Criterion y Black Box, estudiaron cuál era el motor gráfico más puntero que tenían a mano, por lo que se acabaron decantando por el Frostbite 2, un motor gráfico que según ellos estaba basado en el carácter cinematográfico de Hollywood.
"La destrucción del mundo y su audio son increíbles. Y lo más importante, uno de los mejores beneficios es que se trata de un increíble herramienta de contenido, lo que nos permite crear más contenido de lo que habíamos hecho antes", dijo DeLong.