"Algunas semanas llegué a trabajar 100 o 120 horas por semana", ha declarado uno de sus antiguos empleados.
Glenn Watson, uno de los principales programadores de Gameloft Auckland, ha descrito unas condiciones extremas de trabajo en el estudio especializado en la creación de videojuegos descargables.
"Algunas semanas llegué a trabajar 100 o 120 horas por semana", ha declarado Watson, ahora ya antiguo miembro del equipo, al portal games.on.net. "Eso fue después de que trabajara cuatro semanas seguidas con jornadas de 14 horas diarias, incluyendo fines de semana, fue en aquel momento cuando me di cuenta de que debía dimitir".
Gameloft se ha puesto en contacto con algunas páginas web para desmentir esta información, asegurando que la compañía que registra 100 millones de euros de beneficios año a año "no obliga a nadie a quedarse fuera de su voluntad si no desea trabajar las horas que tiene contractualmente firmadas", a pesar de que en estos mismos contratos se comenta desde voces internas como la de Watson que está fijado que deben trabajarse "números razonables de horas" sin cobrar.