Activision se está volcando en la competición inaugural de juegos independientes celebrada en EEUU y exclusiva para desarrolladores estadounidenses, tratando de apoyar a las jóvenes promesas como si de un ojeador se tratara, y es que en un lago con tantos peces siempre es interesante contar con una buena caña.
La compañía lleva entregados 250.000 dólares en premios repartidos en dos ganadores. El primero: Dstroyd con 175.000 $ y tras él Rigonauts con 75 mil. Una segunda fase del concurso repartirá otro cuarto de millón de dólares para que los indies puedan optar a una financiación muy valiosa con la que puedan seguir construyendo su sueño.
“La primera ronda de la competencia fue muy impresionante, y hemos disfrutado mucho de esta oportunidad para mostrar nuestro compromiso de apoyar el espíritu creativo y la innovación de los desarrolladores independientes”, dijo el ejecutivo de Activision David Stohl.
“Esperamos poder continuar para premiar a los desarrolladores independientes de sus notables esfuerzos, e inspirarles a convertir sus sueños en realidad.”
Las reglas de la competición estipulan que los ganadores retienen los derechos de propiedad intelectual de sus juegos, pero Activision es la primera en elegir si publica o no el producto terminado.